A los hombres futuros

Vosotros que surgiréis del marasmo en el que nosotros nos hemos hundido, cuando habléis de vuestras debilidades,  pensad también en los tiempos sombrios de los que os habéis escapado.
Cambiábamos de pais como de zapatos a través de las guerras de clases, y nos desesperabamos  donde sólo había injusticias y nadie se alzaba contra ella. Y sin embargo sabíamos también que el odio contra la bajeza desfigura la cara. También la ira contra la injusticia pone ronca la voz.
Desgraciadamente, nosotros que queríamos preparar el camino para la amabilidad no pudimos ser amables. Pero vosotros, cuando lleguen los tiempos en el que el hombre sea amigo del hombre, pensad en nosotros con indulgencia.  Bertolt Brecht (1898-1956)

Energía del bienestar

A medida que atravesamos la vida nos encontramos con todo tipo de personas,  paisajes y experiencias.
Todo esto puede tener un efecto poderoso en nuestro bienestar físico, emocional y mental
Cada día estamos siendo bombardeados por diferentes energías que impactan nuestro equilibrio.
Todos estamos influenciados por los acontecimientos globales y las personas que nos rodean.
Estos impactos son tamizados por nuestra forma de percibir y por los pensamientos que creamos en relación a los acontecimientos.
El pensamiento también es energía
Cada día sutiles energías influyen en nuestras vidas.
Cuando lo desglosamos, todo es un intercambio energético.
Deberíamos tener en cuenta que algunas experiencias nos dan energía y otras nos la quitan.
Como forma de protección aprendemos a cuidarnos y poner límites al grado de exposición de acuerdo a nuestra vulnerabilidad y fortaleza presente
Además la forma de pensar e interpretar puede hacer mucho para nuestro bienestar
Al ser más consciente y aprender a poner atención a la calidad de pensamientos sabiendo que soy el creador de lo que pienso, obtendré una energía de mayor bienestar, afectando positivamente a mi mismo y también al resto.

La práctica de los límites

Algunas veces no comunicamos nuestros deseos e inquietudes por miedo a lastimar o incomodar a los demás. Suele ocurrir cuando tenemos que decir no a algo que nos han pedido. ¿Por que cuesta tanto?
Quizá porque nos gusta agradar y tememos que ello baje punto en la estimación
Sin embargo decir siempre que sí es un hábito peligroso que a la larga nos obligará a plantarnos, algunas veces el no será demasiado contundente para ser comprendido ya que hemos facilitado estar siempre al servicio del otro y llegará tarde.
Seguir los deseos o necesidades ajenos como sistema rígido no nos procura el respeto de las personas de nuestro alrededor ni la estima
Lo ideal es hallar un punto de equilibrio entre nuestras necesidades y la de los demás y cuando no coiniciden aprender a negarnos con amabilidad como forma de autorespeto.
Cuando somos honestos, aunque pueda no gustar siempre nos sentiremos bien con nosotros y el otro también aceptará tus limites con mayor entendimiento; si por el contrario no lo hace obendrás mayor información del tipo de demandas .